¿VAN LOS PSICÓLOGOS AL PSICÓLOGO?.
La respuesta a esta pregunta es sencilla: SÍ, por supuesto.
Uno puede pensar que un psicólogo está dotado de todas las herramientas disponibles para hacer frente a las adversidades y el dolor emocional. Pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que ejercer la psicología te permite estar más atento a tus procesos personales, a aquellos asuntos pendientes de mejorar y se tiene un acceso más directo a los recursos que ayudan. Pero eso no quiere decir que no necesitemos compartir nuestro dolor, escuchar un consejo profesional que nos ayude a ver más allá, a cambiar nuestra perspectiva sobre las cosas. Nos beneficiamos, igual que todos, del cariño, el afecto y la comprensión que otro profesional puede ofrecernos. También nos beneficiamos del aprendizaje. Y, adicionalmente, nos ayuda a seguir formándonos para poder ejercer mejor nuestra profesión dentro de la consulta.