GENES Y AMBIENTE.
Durante mucho tiempo ha sido objeto de debate el intento de determinar lo que somos a una causa concreta: ¿venimos preparados de fábrica para manifestarnos tal y como lo hacemos o, por el contrario, somos una tabla rasa que necesita ser cincelada con cada experiencia?.
Pues bien, cada día tenemos más evidencias de que ni lo uno ni lo otro, sino ambos. ¡Afortunadamente!. Imaginaos la de posibilidades que se nos abren sabiendo que nuestra genética viene prediseñada para la supervivencia pero nosotros podemos moldearnos mediante nuestras experiencias, aprendizajes y relaciones con los demás y el ambiente.
