CUESTIONAR EL PENSAMIENTO, ACOGER LA FELICIDAD.
Las personas solemos considerar que nuestras creencias y pensamientos son exactos, ajustados a la realidad y acertados en cada momento. Realmente, hemos llegado a creer que nuestro pensamiento es infalible y correcto. Pero, nada más lejos de la realidad.
Tal vez os suenen algunas de estas sentencias: "El mundo debería ser justo", "Las cosas no deberían salirme tan mal", "Si yo cumplo con las normas morales y sociales las cosas deberían ir como yo quiero"... Estos son sólo algunos ejemplos de la narrativa que nos acompaña diariamente a la hora de afrontar la realidad, pero la lista, creednos, podría ser interminable.
Intentemos dar un primer paso para ser más felices: cuestionémonos a nosotros mismos, cojamos nuestras creencias y sometámoslas a una ITV consciente. Porque, tal vez asumiendo que a lo mejor estamos equivocados podemos comenzar a ser más felices.
